CIRCULAR DE "LA MELLA"

Esta es una ruta cercana y bonita, con estupendas vistas de la ciudad y sus alrededores. Transcurre por terrenos muy variados, desde los pinares del Neveral hasta la misma base de las paredes de la Mella, terminando por la falda norte del Cerro de la Fuente de la Peña, con su reducto de pinos centenarios.

Se puede hacer tanto andando como corriendo; la primera mitad es ascendente (500 mts. de desnivel), pero bastante progresiva, sin fuertes repechos. La segunda mitad corriendo es una gozada...

En el plano he trazado un recorrido circular, pero la ruta en sí comienza en la pista que parte de la carretera de circunvalación y termina en la rotonda de la Fuente de la Peña.

Distancia total: 13 kms

Desnivel mínimo: Jaén, 600 m.

Desnivel máximo: cortafuegos de la Mella, 1.100 m.

Breve descripción del recorrido:

Partiendo de la pista que asciende desde la ctra. de circunvalación (enfrente del antiguo Bar Bigotes), ascendemos hasta Caño Quebrado. Detrás del INFOCA ya podemos coger la vereda que sube paralela a la carretera. Al llegar al carril lo cruzamos y continuamos subiendo entre el Hospital y el carril, siguiendo las señales amarillas y blancas. Al salir nuevamente a la pista, continuamos hacia la derecha en ligera bajada (el "carril bajo" del "lazo" que dibuja la pista forestal).

Tras un par de kilómetros, y después de una curva pronunciada a izquierdas, llegamos a la intersección con el "carril alto". En ese punto giramos a la derecha, y en seguida nos dirigimos cuesta arriba hacia el límite del pinar con el monte bajo, un pequeño tramo de "cortafuegos". Tras remontar unos 50 mts., estamos atentos a una veredilla que nos lleva en dirección este hacia el refugio de la Mella. Es este un buen sitio para descansar, y podemos "asomarnos" en dirección norte hasta el borde del cerro, con una estupenda panorámica de Jaén.

De vuelta al colladito del refugio, comenzamos a bajar por la pista. Al llegar a la segunda curva pronunciada a la izquierda, nos salimos de la pista en dirección al collado que separa La Mella del Cerro de la Fuente de la Peña, pero antes de llegar a él giramos a la izquierda por una veredita que bordea el cerro por el lado norte (una valla metálica alta nos sirve de referencia).

Este último tramo nos ofrece unas bonitas vistas del Castillo y la ciudad, además de pasar junto a varios pinos de gran porte y los imponentes tajos de la Fuente de la Peña. Tras salir del monte y llegar a una zona de olivos, ya no tiene pérdida, pues de una forma u otra vamos a dar al barrio de La Glorieta.

CRÓNICA DEL DOMINGO 5 DE JUNIO

Un domingo más, un puñado de miembros del Siempre Remontando nos dispusimos a disfrutar de una jornada de deporte y naturaleza por los alrededores de nuestra ciudad.

El sábado noche nos dejó dos importantes bajas de última hora: Patrick y Miguel; echamos en falta la buena disposición y compañerismo del primero y el liderazgo indiscutible en carrera del segundo….

De tal forma que con puntualidad casi británica, Raúl comenzó la recogida de corredores, que culminaría, tras reunirse conmigo y con Joaquín, con Diego en la Plaza de Santa María.

Reunido el cuarteto, comenzamos a trotar con cautela, pensando en las duras rampas que nos aguardaban en el camino….

Son éstos momentos de tanteo:

¿Qué, anoche a qué hora te acostaste? /yo he dormido cinco horas…/tengo las tostadas en la boca…/pues yo no he desayunado, no me entraba nada…. / a mí la quinta copa me sentó regular… / pues a mí la tapa del décimo tubo…

copyright Guti

Medidas las fuerzas propias y ajenas, momento de tomar aire en el antiguo Bigotes y comenzar a remontar pinares. La generosidad nos rebosaba a todos, hasta tal punto de darle unos metros de ventaja a Raúl, que tenía que hacer no se qué….

Reagrupados, primera foto en carrera



Caño Quebrado



Todavía rompiendo a sudar, nos encontramos con el gran Guti, que sufrió bajas aún más numerosas que las nuestras, de modo que allí estaba junto a su sobrino dejando bien alto el pabellón de los senderistas …

Reunión con Guti



tirando del grupo...



Después de compartir impresiones durante unos minutos, continuamos corriendo duro para impresionarlo, pero un poco más adelante, ya fuera de su alcance visual, el esfuerzo nos obligó a parar...

Esto lo he subido yo?

si tuviera melena, aún no me habría despeinado

marcha bien la cosa, no?

esprintando para la foto...

De nuevo juntos, emprendimos la marcha, con Raúl y Diego liderando los primeros metros…

Tras ellos Joaquín y yo, controlándolos con la mirada.

En estos metros codo con codo con Joaquín, fui testigo del derroche de entrega y esfuerzo con el que nos abrumó a todos durante la jornada: la viva imagen del sufrimiento y la perseverancia

Apretando los dientes

Después de un par de kilómetros, el último obstáculo: un pequeño tramo de cortafuegos, en el que todos estuvimos de acuerdo por una vez en que correr es de cobardes…

Esto no hay quien lo corra...

Al fin sentamos el culo...



Cuándo empezará la bajada?



A partir de ahí la cosa se ponía disfrutona (citando a Patrick), como muestran las imágenes

Estirando al fin la zancada, en un abrir y cerrar de ojos estábamos junto al Refugio de la Mella, disfrutando de la panorámica que nos ofrece este lugar privilegiado: la Mella, el cerro de la Fuente de la Peña, Jaén, y a lo lejos Sierra Magina y La Pandera.

Con el subidón de haber llegado hasta allí enteros, nos tiramos cuesta abajo por la pista, hasta que en una curva a izquierdas nos "salimos"  buscando la última vereda…

Con la disyuntiva entre correr sin parar y hacer fotos de vez en cuando, no pude resistirme a inmortalizar estos momentos inolvidables:

Joaquín tirando del grupo…

forzando la máquina...

La Mella…

El último descenso hacia la Glorieta…

En una de estas pierdo la mochila...

 A tumba abierta hacia Jaén

Adentrándonos en la espesura...

Raúl comandando la bajada...







Os estaréis preguntando,
Dónde está Raúl?


En efecto, mi cámara no tiene tanto zoom como para alcanzarlo...

Mención especial para Diego, corredor de la zona centro, “el correcaminos de Pinto”, que no se arredró cuando le propusimos una ruta con este perfil; sí, recordémoslo, por qué no, 500 m. de desnivel positivo…

Aquí lo vemos secándose el sudor, pensando para sí: (ver pie de foto)

con el fresquito que pasé en los túneles de Despeñaperros...

Con esto y un puñado de panorámicas de Jaén, ya nos veíamos en el barrio de la Glorieta, cuna de las hermanas Millán...

balate

Campo de fútbol del Tomillo... ah, sí, y Parador Nacional al fondo...

Vista frontal de La Catedral

Todo lo que empieza acaba, así que ya estamos pensando en la próxima, si el calor estival nos deja…

No podíamos despedirnos con otra imagen que no fuera ésta…

¿Tiene sentido haber corrido tanto si no terminamos así?

 ¿Hay alguna otra razón para llevar a nuestro cuerpo a tales extremos?

¿Acaso deberíamos haber estirado, tomado una bebida isotónica, estrecharnos las manos y despedirnos sin más?

Todas estas preguntas necesitan de una reflexión más profunda que dejo para otro momento…



Sin comentarios...



Hasta la próxima,



SIEMPRE REMONTANDO...!!